Masters of Doom, la historia de ID Software
A media lectura de El Lobo Estepario me puse a leer unos cuantos párrafos de Masters of Doom… error!, inmediatamente quedé enganchado y poco más de una semana lo terminé de leer.
A mediados de los 90s yo empezaba a meterme al mundo de las computadoras, mi obsesión por los videojuegos pasó del Atari al Nintendo… y de ahí encontró un nuevo hogar en las computadoras, y obviamente los juegos de ID Software eran la ley en aquellos días, leer en este libro la historia de cómo se conocieron John Romero y John Carmack y cómo ese poderoso duo revolucionó la industria de los videojuegos al crear la mítica compañía ID Software fue algo que disfruté de principio a fin, no hubo un solo momento que me aburriera… varias noches le robaba una o dos horas a mi tiempo de sueño con la finalidad de leer un poco más y saber como se desarrollaban los acontecimientos de tantos momentos mágicos que llegué a experimentar a través de sus obras.
El libro comienza narrando un poco de la infancia de John Romero y su pasión por jugar videojuegos en las Arcadias («Maquinitas» como se conocen aquí en México), las violentas reprimendas que le ponía su padrastro por malgastar su tiempo en estos lugares, pero eso no desanimaba al pequeño Romero, que gracias a esta pasión tiempo después conoció las computadoras, comenzó a interesarse por desarrollar para estas en al escuela.
Luego llega la infancia de John Carmack, sus padres en un principio pensaban que algo estaba mal con su hijo, que después de no hablar durante sus primeros 15 meses de vida un buen día llega y le dice una frase completa «aquí está tu esponja papá», sus padres quedaron impresionados y su padre le dijo a su madre «creo tenemos a alguien extraordinario en nuestras manos». Y no podían estar menos aquivocados, su hijo es el programador a quien más admiro en este mundo.
Lo mejor del libro comienza cuando Romero y Carmack se conocen personalmente, comienzan a hacer funcionar sus cerebros como si de dos engranes se tratasen, colaborando de tal forma que desde el momento en que Carmack inventó un mecanismo para poder hacer juegos de plataformas (como Mario Bros.) donde nadie nunca había podido antes (la PC) abrió las puertas a una serie de mágicos juegos, Commander Keen fue su primer éxito, un videojuego de plataformas donde controlabas a Billy Blaze, un pequeño niño genio de 8 años de edad que tiene que viajar al espacio para defenderse de los alienígenas que han descubierto una amenaza en la genialidad de este niño y quieren acabar con él.
El libro narra como después de haber fundado ID Software aún tenían obligaciones con Softdisk (la compañía donde Romero y Carmack se conocieron) y estaban obligados a seguir desarrollando videojuegos por un periodo de tiempo (o ser demandados por «pedir prestado» computadoras de Softdisk en horarios no laborales), fue en esta época donde ID Software hizo lo que a mi parecer es su mejor videojuego de plataformas (y el primero en tener violencia gráfica) Dangerous Dave in the Haunted Mansion, videojuego del que en mi tiempo libre estoy tratando de hacer un remake en Adobe Flash.
Varios Commander Keen y otros tantos juegos para Softdisk, Carmack comienza a pulir su motor 3D y sale lo que para mi fue un shock emocional al momento que lo vieron mis ojos: Wolfenstein 3D, videojuego que les generó un éxito sin precedente pero que por otra parte generó mucha polémica por su alto contenido vélico, nunca visto en videojuego alguno de la época; curiosamente la gente se quejaba más por el hecho de que en el juego podías matar y no tanto por que pudieras matar Nazis.
Los miembros de ID Software nadaban en dinero, Carmack y Romero compraron sus autos deportivos de sus sueños, se mudaron de oficinas (incluso de estado), y tiempo después comenzaron a desarrollar lo que sería el videojuego ícono de esta compañía: Doom.
A día de hoy no hay juego que haya jugado tanto como Doom, lo he terminado tantas veces que ya perdí la cuenta, incluso llegué a intentar hacer niveles con los editores de aquellos días, un juego que no solo a mi me impactó… al mundo entero, el éxito de Doom ha sido tanto que está disponible para computadoras, consolas, portátiles, celulares… hasta en calculadoras lo he visto!.
Lo conseguido con Doom ha sido dificil de superar no solo para ID Software, sino para cualquier compañía desarrolladora de videojuegos, el éxito de este juego fue tanto que Romero mandó hacer una mansión a su gusto y Carmack comenzó a coleccionar Ferraris, pero las cosas comenzaron a ponerse mal en ID Software, Romero comenzó a delajarse tanto que prácticamente ya no trabajaba, se la pasaba dando entrevistas y jugando Doom que comenzó a molestar a Carmack, que estaba trabajando en un revolucionario motor 3D (Doom, a pesar de dar sensación de estar en un videojuego 3D en realidad es un juego 2D con perspectivas, no tenía polígonos, no podías ver hacia arriba/abajo, no pidías poner pisos sobre otros… un truco muy bien logrado que daba la sensación de estar en un mundo 3D cuando no).
Aquí también narra los desafortunados incidentes en la escuela preparatoria de Columbine, donde se emplezó a tachar a los videojuegos de haber propiciado estos eventos, juegos como Doom y Mortal Kombat fueron unos cuantos ejemplos que la prensa no dejaba en paz, llovían tantas cartas de amenazas a las oficinas de ID Software que la policia hacía guardia todo el tiempo fuera de ID.
Quake fue el juego que hizo que la paciencia de Carmack se agotara, Romero fue obligado a renunciar y fundó su propia compañía de videojuegos con apoyo de Eidos Interactive (que gozaban de buena popularidad gracias a su Tomb Raider), Ion Storm fue el nombre que le dieron Tom Hall (ex-ID Software) y Romero, ahora socios comenzaron a contratar gente para crear lo que Romero prometía sería el mejor videojuego que la humanidad haya visto: Daikatana (nombre que tomó de una mítica espada inventada por Carmack en una alteración propia que hizo de Dungeons & Dragons, cuando por las noches se juntaban a jugar Dungeons & Dragons con otros miembros de ID Software).
Quake sufrio uno que otro percance, pero aún con todo fue otro éxito para la compañía, que a partir de ese momento dejó de depender de distribuidoras para lanzar sus productos. Mientras que Romero seguía desarrollando Daikatana, Carmack no se quedaba en sus laureles, siguió mejorando su motor 3D usado en Quake y logró hacer pequeñas pero significativas mejoras que, con la presentación de Quake II en un E3 Romero quedó estupefacto ante el nuevo motor gráfico, inmediatamente pensó que si sacaba Daikatana con el motor de Quake I no se vería lo suficientement bien como para competir contra lo que ahora estaban haciendo los chicos de ID Software, por lo que comenzó a rehacer el juego usando éste nuevo motor y prolongando exageradamente el lanzamiento de Daikatana, pecado que le costó muy caro, perdió muchisimo dinero, parte de sus acciones en Ion Storm y parte del renombre que tenía en la industria, pero gracias a juegos como Deus Ex y otros Ion Storm ha logrado mantenerse a flote.
Daikatana, por Ion Storm
El libro termina narrando la nueva pasión de Carmack por la aeronática y los cohetes espaciales, cómo conoció a su esposa y una muy pequeña parte de lo que es el desarrollo de Doom 3 (que aún estaba en producción cuando el autor publicó el libro), me quedé picado queriendo saber que pasó con el desarrollo de Doom 3 y su más reciente obra: Rage, juego que aún no he podido echarle el guante.
El libro no está disponible en español (que yo sepa), pero no es difícil de leer si sabes un poco de inglés, no maneja términos o palabras complejas. Recomendado si te interesa saber la exitosa carrera de los dos Johns, cómo comenzó el boom por los juegos de computadora, eres fan de los videojuegos de esta compañía o simplemente compartes parte de la pasión que hace girar este mercado. Definitivo: uno de mis libros favoritos.