¿Polígonos? ¿Bump Mapping? ¿Motores de física? ¿Texturas de alta resolución? ¿Sonido envolvente? esos términos ni se conocían allá en 1990 cuando esta joya salió al mercado.

Street Rod 2 es un juego de carreras donde los Muscle cars de los 60’s eran los protagonistas, mejorando sustancialmente lo ofrecido en el primer Street Rod.

En este juego desempeñas el papel de un mecánico que desea introducirse al mundo de las carreras callejeras, comienzas con algo de dinero suficiente para buscar en en periódico un auto usado y tu cochera con herramientas para modificar tanto estética como funcionalmente tu vehículo.

El juego era sumamente entretenido, después de haber comprado un carro y llenarle el tanque de gasolina (algo único!) te paseabas por un restaurante de hamburguesas para desafiar a rivales que también estuvieran interesados en correr sus autos, había tres pistas para seleccionar: una carretera donde debías hacer una carrera de arrancones, una montaña con una angosta carretera llena de curvas (nunca pude terminar una carrera aquí) y el acueducto (mi favorita) donde debías esquivar unos bloques de concreto columpiándote en las orillas; podías seleccionar competir por dinero o bien apostar las facturas (pink slips) de los vehículo, así que si ganabas una factura, tenias carro nuevo!.

Era muy entretenido andar comprando y vendiendo carros, podías ademas mejorar su rendimiento si adquirías motores más potentes (y acelerar la máquina), carburadores, escapes, llantas, dirección y transmisión, lo que le daba una agradable sensación de tunning, hasta el color del carro podías cambiar! (en su entonces era una característica nueva).

El objetivo del juego era conseguir vencer a «El Rey», el sujeto con el mejor carro (y chica) del condado, antes de una fecha límite, lamentablemente nunca pude entender que me hacía falta para competir con él, llegué a tener un mega carrazo (un Charger) super arreglado y bastante dinero de haber vendido los carros de mis competidores, y por más que jugaba con diferentes combinaciones (guardando muchos carros, compitiendo en varias pistas, juntando mucho dinero) nunca pude hacerle frente a El Rey, simplemente pasaba y me ignoraba sin más.

Ciertamente el sistema de control de los vehículos apestaba, podía ser mejorado sustancialmente, pero en su entonces no nos importaba, mi hermano y primos nos pasábamos largas horas frente a este juego tratando de vencer a El Rey sin éxito pero con mucha diversión de por medio, uno de los mejores juegos de carreras que he jugado y me encantaría ver una versión moderna con el uso de las tecnologías actuales.

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Aún es posible seguir jugando con este juego, haciendo uso de DOSBox, un emulador de MS-DOS para las computadoras modernas, aquí dejo también un Zip para que puedan probar el juego los interesados.

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